¿Se acuerdan de la película de 1989 donde Marty McFly vuelve 1985 tras un día de aventuras en el futuro y resulta que Biff Tannen se convirtió en una especie de magnate todopoderoso?

Lo único que separa a la realidad de los ciudadanos de a pie y a esa película es en efecto la máquina del tiempo. Fuera y lejos de ese artefacto. El mercado inmobiliario plantea un escenario apocalíptico donde algunos pocos son dueños de mucho.

¿Por qué es literalmente malo que pocos sean dueños de muchos inmuebles y que tiene que ver con una película de ciencia ficción?

Podríamos pasar por alto que la parte de la película de regreso al futuro II se lleva a cabo en su totalidad de noche, tal artilugio narrativo cumple dos funciones importantes. La primera y la más obvia: La ambientación de peligro, la noche en toda obra literaria agregar una capa de suspenso en el primigenio miedo a lo desconocido. El segundo no menos importante es el legado de la gran obra teatral luces de Bohemia (de Ramón María del Valle-Inclan) que toda gran historia se desarrolla en 24 horas.

Cuando McFly se da cuenta está en medio de un hotel-casino al mejor estilo, las vegas, de manera paralela y sin mucha opulencia, paso algo en nuestro mundo confirmado después por estudiosos.

Que los mercados “funcionaran” y que los gobiernos no deberían interferir con su magia, llevó a la decisión de no hacer nada con respecto a las burbujas inmobiliarias que se estaban formando en Irlanda, España y Estados Unidos. (Cosa que terminaría afectándonos a todos)

Sin embargo, el mercado ha experimentado constantemente períodos de optimismo y pesimismo irracionales: fueron demasiado optimistas en los años posteriores a la creación del euro y el dinero se vertió en bienes raíces en España e Irlanda; Hoy son muy pesimistas y estos países se están quedando sin dinero. Las salidas de capital debilitan aún más la “economía”. El principio del mercado único exacerba el problema: cualquier residente de Grecia, España o Portugal puede transferir euros a una cuenta corriente en un banco alemán con relativa facilidad.

Nos encontramos como Marty McFly: en medio de una realidad que no entendemos muy bien, pues hemos llegado con la obra empezada. Rápidamente, tenemos quedarnos cuenta de quienes son los buenos, quienes son los malos, que sería conveniente decir y ¿Qué sería lo correcto por hacer?

Si tuviéramos un DeLorean DMC12 Con un condensador de flujo, ¿viajaríamos al 2008 para hacer nuestras apuestas retirando dinero de los bancos y esperando a que la gente no pueda pagar sus hipotecas? Esta fantasía trae a colación un problema que posiblemente seguiré mencionado: La solidaridad entre individuos de la clase dominante. Pues aún tuviésemos una oportunidad de ese tamaño, hemos de recordar que el retorno de inversión siempre es mayor que el crecimiento natural de la capacidad adquisitiva, usualmente opacado por la inflación.

Un claro ejemplo de esto es el cómo Marty se reencuentra con su madre alternativa del 1985: Producida de acuerdo a los intereses del gran Capital. En ese caso Beff. Sus pechos inflados con silicona no es más que una mera alegoría a cómo se ha inflado el costo de la vivienda. Se convirtió en literalmente un lujo, una de las necesidades más básicas para cualquier ser humano.

La mujer ahora retocada y oprimida debe mostrarse en acuerdo con las actitudes nefastas de su nuevo esposo. ¿Nos recuerda alguien? ¿No nos recuerda a estados rescatando bancos? Una práctica común en periodos presumidamente neoliberales donde se presume una no-intervención del estado.

El estado “la mamá de Marty” se encuentra preso del gran capital “Biff Tannen” pero no solo encuentra presa, se encuentra instrumentalizada. Y esa es precisamente una definición del neoliberalismo. La instrumentalización de la democracia para el beneficio del gran capital.

Eso en nuestros días significa que las casas que se compraron durante el boom inmobiliario seguían a la venta, o se vendían con pérdidas; y muchas más seguían vacías. Los nefastos fundamentos del boom financiero de la década anterior quedaban finalmente en evidencia.

Uno de los aspectos más siniestros de la economía de mercado que salió a la luz era la enorme y creciente desigualdad que ha dejado hecho jirón el tejido social estadounidense y la sostenibilidad económica del país: los ricos se hacían cada vez más ricos, mientras los demás tenían que afrontar unas dificultades que parecían incompatibles con el sueño americano. (Stiglitz, 2012)

Y así como la presencia del Dr. Emmet Brown cumple el roll de explicar lo que los guionistas no dejan obvio en la trama a través de sus atropelladas explicaciones a Marty Mcfly es mi turno de dar a entender algunos factos importantes antes de seguir con nuestro entendido

Para nosotros los simples mortales significa que «Las tasas hipotecarias están por las nubes, los precios están por las nubes y no hay inventario», dijo Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics. “Este puede ser el peor momento en mi historia de vida para el comprador de vivienda, simplemente no tiene sentido”.

Las tasas hipotecarias superaron recientemente el 7%, las más altas desde 2002, y más del doble de lo que la mayoría de los prestatarios pagaban cerca del comienzo de la pandemia.

Entre los precios altísimos y las tasas en aumento, el comprador de vivienda típico en octubre pagó un 77 por ciento más de su préstamo, por mes, que el año pasado, según Realtor.com. Con un precio de venta promedio nacional de $425,000 (dólares) y un pago inicial del 10%, eso equivale a $1,117 adicionales cada mes. (Chen, 2022)

Numerosos estudios han investigado la demanda de vivienda para los países desarrollados, pero la investigación aplicada para los países en desarrollo es aún escasa. Como señaló Malpezzi (1999), si bien el comportamiento del mercado de la vivienda en todos los países ha sido similar, los países en desarrollo presentan distorsiones importantes en los mercados de tierras y crédito, la infraestructura urbana y la regulación y aplicación de la ley, entre otros. Además, muchos de los centros urbanos más grandes y de más rápido crecimiento están ubicados en países en desarrollo.

Y haber un detalle muy importante en las películas de Steven Spielberg (al menos lo fue la primera entrega de regreso al futuro) existe siempre un asunto del rol de padre ausente que se es llenado o satisfecho en el transcurso de la película. En E.T claramente el científico se ve encariñado con la madre del muchacho al final del filme. En Jurassic Park, el doctor Alan Grant comienza a mostrar una clara moción de protección paternal hacia los chicos que están perdidos junto con el, y es intuitivo que el Dr. Emmet Brown es una obvia figura paterna sólida para Marty, cuando su respectivo padre era acosado escolarmente por el antagonista. Es ahora, el estado y su falta de regulación, el padre ausente en la trama distópica del problema en el acceso a la vivienda como parte del estado de bienestar.

Solo que nuestra trama no es ficción. Es real. Tanto que, en nuestro México, como la mayoría de los países en desarrollo, sufre una importante escasez de vivienda. La Comisión Nacional de Vivienda (CONAFOVI) concluyó en el 2000 que México requería 1.8 millones de nuevas unidades de vivienda y mejoras importantes en 2.5 millones de unidades existentes dado su severo nivel de deterioro. Las dinámicas de población e ingresos seguirán exacerbando esta escasez de viviendas en los próximos años.

El Consejo Nacional de Población (CONAPO) estima que el número de hogares aumentaría de 26,1 millones en 2005 a 36,9 millones en 2021, con un promedio de 673.484 nuevos hogares cada año (ver CONAPO, 2005). Además, se esperaba que aumentasen el tamaño y los ingresos de la clase media (ver Skelton 2006). Durand y Massey (2004) utilizan el conjunto de datos del Proyecto de Migración Mexicana para revelar que la principal razón por la que los mexicanos migran a los Estados Unidos es generar suficientes ahorros para comprar o construir una casa en México. Por lo tanto, es posible que las mejoras significativas en los mercados inmobiliarios mexicanos realmente afecten los patrones de migración a los Estados Unidos. (LUZ JUAREZ & SANCHEZ DAZA, 2015)

Dicho todo esto: pero doctor Brown ¿Por qué faltan casas y al mismo tiempo hay tantas deshabitadas? La respuesta no es simple, pero se puede explicar, en una palabra: Acaparamiento. Macfly, acaparamiento. Sabiendo que el retorno de inversión es mayor que el crecimiento normal del empleado es posible acceder a más bienes inmuebles por medio de apalancamiento/fondos de inversión/fibras inmobiliarias.

Si bien existe un consenso cercano sobre la necesidad de más casas, el debate sobre cómo hacerlas asequibles y si la industria de bienes raíces debería desempeñar un papel central sigue siendo tenso y hasta que no exista una oportuna y contundente intervención del estado en la regulación del precio de la vivienda y la prohibición de fibras hipotecarias en el mercado bursátil podemos seguir viendo a la vivienda digna como un escenario de ciencia ficción.

Referencias
  • Chen, S. (4 de noviembre de 2022). The Housing Market Is Worse Than You Think. Estados Unidos de America.
  • LUZ JUAREZ, G. d., & SANCHEZ DAZA, A. y. (2015). La crisis financiera internacional de 2008 y algunos de sus efectos económicos sobre México. . SciElo México Contaduría y administración., 128-146.
  • Stiglitz, J. E. (2012). El precio de la desigualdad: El 1 % de la población tiene lo que el 99 % necesita. Debolsillo.
2 comentarios en «Futuro distópico: La burbuja inmobiliaria y regreso al futuro»

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