Desde el pasado jueves 6 de agosto, Twitter comenzó a marcar a los «medios afiliados» a Rusia y China, lo que despertó una polémica pues se suponía que se trataba de marcar a los medios que son financiados incluso parcialmente, sin embargo los medios con apoyo del Gobierno de Estados Unidos, o países occidentales no han sido marcados.
France24, BBC, AFP, The voice of America, entre muchos otros medios no fueron marcados como «afiliados a un Gobierno», señala RT, el medio ruso que al igual que Xinhua, sus perfiles se diferencian del resto de los usuarios por una leyenda en color gris, que recuerda las advertencias de las envolturas de alimentos dañinos.
Señalan que busca desprestigiar a quienes inicialmente solo fueron marcados como «medios afiliados» a quien Estados Unidos ha declarado enemigo. Y es que en realidad, esto forma parte de la estrategia de seguridad anti China y anti Rusia que adoptó el Pentágono por mandato de Donald Trump recientemente.
En medio de la pandemia fue notoria una campaña negra anti-china en las redes sociales estadounidenses, posteriormente la estrategia se afianzó al integrarse a las prioridades del Pentágono, que terminaría afectando a Tik Tok y WeChat.
¿Los medios de Estados Unidos NO son financiados por el Estado?
Al igual que en muchos países del mundo, cierto porcentaje de ingresos viene de inversión publicitaria de los propios gobiernos, para transmitir información oficial, y en la época de la pandemia la crisis económica los ha volcado a solicitar financiamiento del Estado.
Según Chicago Tribune, varias imprentas de prensa están sufriendo una crisis durante la pandemia. Algunos grupos de medios solicitan al Gobierno re invertir, al menos 500 millones de dólares en panfletos e información de salud pública.
En abril de este año, David Chavern, de News Media Alliance, señaló que los ingresos de publicidad digital en los medios estadounidenses no han sido suficientes, por lo que están solicitando un apoyo al Gobierno.
Un grupo denominado Free Press, solicitó la creación de un fondo público para que el Estado les dé «subsidios directos de emergencia».
Además del financiamiento estatal, una red de empresas, como Facebook y National Geographic Society, que también han cooperado con el Gobierno de Estados Unidos, han invertido en diversos fondos para apoyar a periodistas.