Un informe del proyecto Costes de Guerra de la Universidad Brown, señala que existen más de 37 millones de personas víctimas de las guerras «anti-terroristas» provocadas por Estados Unidos desde el 2001, las cuales han terminado desplazadas, abandonando sus hogares y profesiones para vivir en viviendas improvisadas como refugiados.
Nos centramos en las guerras en las que el Gobierno de Estados Unidos tiene una clara responsabilidad al haber iniciado el combate armado (la superpuesta guerra en Afganistán y Pakistán y la posguerra de 2003 en Irak); por la escalada del conflicto (intervención estadounidense y europea en la rebeldía libia contra Muammar Gaddafi y la actual guerra civil en Libia y la intervención de EE. UU. en Siria); o por ser un participante importante en el combate a través de ataques con drones, asesoramiento en el campo de batalla, apoyo logístico, venta de armas y otros medios (la participación de las fuerzas estadounidenses en guerras en Yemen, Somalia y Filipinas)
Señala el estudio «Generando Refugiados: Desplazamiento Causado por las Guerras Post-9/11 de Estados Unidos» fue publicado el pasado martes 8 de septiembre y señala que esta cifra es solo «un cálculo muy moderado» y ya supera a los desplazados por cualquier otra guerra o desastre desde el siglo pasado, exceptuando solo la Segunda Guerra Mundial, además la cifra es casi la población de Canadá.
Xinhua resume que la mayoría de los refugiados fueron desplazados en y desde Afganistán, Irak, Pakistán, Yemen, Somalia, Filipinas, Libia y Siria.
Al menos 8 millones de personas fueron obligadas a abandonar sus países como refugiados y solicitantes de asilo, perdiendo sus derechos humanos básicos, su profesión, pertenencias y hogares.