El día que Porfirio Díaz ayudó a mineros de Estados Unidos a matar mexicanos

Durante el régimen de Porfirio Díaz en México, un grupo de mineros que laboraban en la empresa estadounidense Cananea Consolidated Copper Company (CCC) realizaron una petición legal para mejorar sus condiciones laborales y su salario, la respuesta fue más allá de una negativa pues se armaron para acabar con la vida de los trabajadores mexicanos a balazos.

Cananea: cuando empresarios de E.U. mataron huelguistas y orquestaron una invasión apoyada por Porfirio Díaz

El gobierno porfirista habría traído importantes inversiones extranjeras al país, los ojos del mundo se pusieron en México, levantando importantes hitos de infraestructura a costa de un trato inhumano para millones de mexicanos trabajadores, que miles terminarían en huelguistas asesinados.

El privilegio a los extranjeros era evidente, por ello fue también parte de las exigencias esenciales de los más de 2 mil huelguistas en Cananea, pidiendo que solo el 25% de los contratados fueran extranjeros, permitiendo a un 75% ser mexicanos, y sobre todo: que tuvieran el mismo trato.

El pasado 11 de junio del 2020, el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador recordó la represión sanguinaria contra la huelga de los mineros en Cananea, que desencadenó una serie de protestas en el país, e incluso se le señala como uno de los detonantes de la posterior Revolución Mexicana.

William Cornell Greene, el gambusino estadounidense entra a tierras mexicanas en expediciones, donde le ayudan a encontrar una reserva de cobre. Solicita financiamiento desde Nueva York, y en el futuro establecería la compañía Cananea Consolidated Copper, en donde buscó dar privilegios laborales y salariales a sus compatriotas americanos.

Esto debido a que los trabajadores estadounidenses tenían privilegios en la empresa y no realizaban ciertas labores «indignas para ellos». Alguna vez ante las exigencias de los huelguistas dijo que aumentar su salario llevarían a la quiebra de su empresa.

Cornell Greene mantenía una tienda de raya con altos intereses en la que los trabajadores se endeudaban. El dinero apenas les alcanzaba para la alimentación, lo que los motivó realizar protestas exigiendo el salario mínimo de $5 y una jornada laboral más corta.

Greene hablando con los huelguistas
Con la tienda de raya el obrero era trabajador y también un negocio

El maltrato y las violaciones a sus derechos humanos eran reportados a través del diario Regeneración de los hermanos Flores Magón. Sin embargo, el propio gobernador del Estado de Sonora y Porfirio Díaz estaban en contra de las exigencias de los mineros, así que no tardó en llegar las autoridades federales para reprimirlos.

Se oponían debido a que ‘el costo de aumentarles el sueldo acabaría con las utilidades’, y de esta forma la explotación de los recursos naturales se mantenía malbaratada, razón principal que atraía a los extranjeros y al mismo tiempo afectó a la mayoría de la sociedad.

La deuda era su compromiso definitivo con el trabajo, el mexicano promedio no tenía una ganancia que lo liberara realmente de su estatus, por lo que cualquier complicación de salud, accidentes o un despido ponía en riesgo su vida, ya que el dinero era insuficiente para lo más básico y menos para el ahorro, lo que conllevaba a que se endeudaran.

AMLO retoma poema Discurso a Cananea de Carlos Pellicer

El Presidente de México recordó el acontecimiento que ha marcado la historia del país, así mismo, retomó el Discurso a Cananea un poema de Carlos Pellicer sobre lo ocurrido en el Estado de Sonora.

Discurso a Cananea (fragmento)

No he de hablar de la sangre
con que el niño al nacer mancha
su acto de nacimiento.

La sangre oculta en la mirada
del hombre socavón que circula en la mina,
la sangre que suda todos sus minerales.

La sangre oculta en la mirada
del hombre derrotado
en el salón de vidrio de la “justicia” humana.
La sangre oculta en la mirada
del minero dilapidado como riqueza anónima,
razonado por la avaricia
glóbulo empobrecido
en la arterioesclerosis de la mina.

La sangre oculta en la mirada
del que después de la protesta inútil
-los niños, la mujer, la calandria y el perro-
regresa al tiro envuelto en sombras miserables,
en trombas minerales,
en laringe de gases
y entre gallos de amanecer
así arrastrados como perros muertos
al rico basurero de la mina.

Dentro del gran oído de la mina
se escucha el rito de los hombres
que necesitan ocio y poesía;
hombres fragmentos de escombros,
hombres mendrugos
debajo de la mesa de capital jauría.

Canana, Cananea,
de tus tiros partieron
los primeros alientos de una aurora
que no ha dado la luz que necesito
para decir, de pueblo en pueblo,
que ya no hay tuberculosis producida por hambre
ni banquete de bodas de ciento diez mil pesos;

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