Cogollos de marihuana cortados para su consumo. foto: pixabay

Un estudio publicado en Science Direct con una muestra de 3407 individuos (97% blancos) resume que el consumo regular de cannabis se asoció a enfermedades cardíacas.

La investigación presume ser una de las primeras en demostrar que el consumo de marihuana podría propiciar cambios adversos en el tamaño del ventrículo izquierdo y la disfunción subclínica en comparación con el bajo consumo de marihuana.

El ventrículo izquierdo presentó cambios de tamaño irregular en los consumidores habituales de marihuana

Mientras que los abstemios del cannabis no presentaron dicho cambio de tamaño que los consumidores sí. Cabe destacar que el promedio de los consumidores de mariguana también consumía tabaco el cual tiene mayor relación con el cáncer, enfermedades cardíacas y pulmonares.

Se pide tomar con cautela este estudio antes de realizar afirmaciones más allá de lo presentado, ya que se requieren más investigaciones para comprender la fisiopatología potencial, los efectos dosis-respuesta del consumo de cannabis y las implicaciones a largo plazo del uso regular en el sistema cardiovascular.

Prevenir adicciones no choca contra la legalización

Se invita a profesionales de la salud e impulsores de políticas relacionadas a la marihuana aconsejar evitar el exceso reduciendo así posibles enfermedades cardíacas a las que el consumo puede propiciar.

Además de enfermedades pulmonares en la modalidad de cigarro (conocido como churro, porro o gallo) por su humo en el tracto respiratorio – digestivo.

tres cogollos de cannabis junto a dos cigarrillos de marihuana con filtro. foto: pixabay

Se aconseja su moderación, evitar el uso cotidiano, sea como recomendación para modalidades legales que se rigen por la auto-regulación, o bien en la regulación que imparte el Estado en el consumo de la mariguana.

Es posible que los profesionales de la salud y los encargados de formular políticas necesiten aconsejar precaución sobre el uso regular de cannabis recreativo hasta que dicha investigación sistemática esté disponible.

Estudio realizado por el profesor de la Universidad de Queen Mary Mohammed Khanji, junto a Magnus Thorsten Jensen, Zahra Raisi, Asmaa A. Kenawy, entre otros colaboradores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *